La fulgurita (del latín fulgur, "rayo") es un tubo de lechatelierita (sílice vitrificada) que se puede encontrar en arenas o areniscas y que es el resultado de la caída de un rayo atmosférico.
La caída del rayo sobre un terreno arenoso provoca la fusión de los granos de sílice, ya que la temperatura de este puede alcanzar los 4000 grados centigrados y hasta una profundidad de más de un metro, pero en una zona muy estrecha. La sílice queda así vitrificada en forma de unos tubos de rayo, de 2 a 50 mm de diámetro, a veces retorcidos o ramificados. Esas fulguritas abundan en los desiertos de arena y en las dunas litorales.
Pueden ser de diferentes colores dependiendo de la composición de la arena en donde se formaron, incluyendo negro, bronce, verde y blanco translúcido. El interior de la fulgurita es comúnmente liso o delineado de unas finas burbujas; el exterior está generalmente cubierto de ásperas partículas de arena. Tienen apariencia de raíz y a menudo muestran pequeños agujeros. Las fulguritas algunas veces forman conjuntos vítreos en rocas sólidas.
La formación de fulguritas es un fenómeno poco frecuente, y extraer una íntegra es complicado por causa de la fragilidad del mineral, fácilmente quebradizo. Posiblemente el modelo mejor conservado se encuentra en la Academy of Natural Sciences de Filadelfia, ejemplar descubierto en 1940.


Las fulguritas suelen adaptar la forma de un cilindro hueco de dimensiones centimétricas constituido por vidrios generados mediante la fusión de material del suelo o roca con la que impactó el rayo o relámpago. La parte interna de esta estructura tubular, tiende a presentar un aspecto brillante, mientras la externa es rugosa, debido a la presencia de fragmentos minerales que no han terminado de fundirse o fueron adheridos durante el proceso de su formación. La estructura pétrea y vidriosa así inducida tiende a ser dendrítica, como las ramas y las raíces de las plantas, reflejando la trayectoria del rayo al penetras en la tierra. Las fulguritas pueden atesorar diferentes colores, condicionados por la composición del material fundido. En su interior suelen albergarse burbujas de distinto tamaño.


A pesar de lo que se comenta en Wikipedia, estas sorprendentes estructuras, se presentan tanto en paisajes arenosos (dunas, playas, Arenosoles), como en otros ricos en gravas e incluso en materiales arcillosos y rocas. No obstante, la razón de que abunden más en los materiales arenosos es el resultado de que los relámpagos penetran mejor en estos materiales groseros, pero no consolidados que suelen contener agua entre sus poros. Cuando los rayos caen en una superficie rocosa su ramificación es menor adquiere una forma diferente, condicionada esencialmente por las direcciones de facturación existentes en estos sustratos líticos, por la que penetra. Debido a que la fusión y enfriamiento de los materiales resulta ser muy rápido, generalmente no acaece el tiempo suficiente para inducir un proceso de cristalización de los materiales afectados. Por tanto, las fulguritas se encuentran constituidas por una masa de vidrio amorfo. Las burbujas localizadas en su interior, como podréis observar en la documentación que os expongo abajo, albergan gases y/o aire cuyo análisis resultan ser de gran importancia con vistas a aportar información sobre los climas que acaecieron en el momento de su formación.


Wikipedia y http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2011/11/10/139823




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