“Dos amigos, Juan y Luis, se encuentran y al ver que un niño cruza la calle y casi provoca un accidente automovilístico Juan afirma:
- Creo que los niños no deberían correr por las calles muy traficadas.
Luis (que probablemente está de mal humor) no concuerda con esta idea y le responde:
- Pienso que sería muy estúpido encerrar a los niños todo el día en la casa.”
En este punto puede comenzar una discusión sin sentido cuando realmente lo que ha sucedido es que Luis ha extraído una conclusión errónea. Es decir, Juan no pretendía decir que se debían encerrar a los niños sino que estos deberían jugar en espacios protegidos donde no hubiese el peligro de los coches.
Realmente el ejemplo que describí es muy sencillo pero en la vida cotidiana solemos utilizar este tipo de pensamiento para desmontar los argumentos de la otra persona y confundirla, sobre todo en las discusiones de pareja. O puede que incluso hayamos sido nosotros mismos víctimas de este tipo de generalización incorrecta.
En el ámbito de la Psicología esta forma de rebatir los argumentos de denomina la “Falacia del hombre de paja”. Este curioso nombre proviene de una antigua costumbre militar en la cual los hombres de paja se utilizaban para entrenar a los soldados en el combate y, obviamente, eran muy fáciles de abatir.
En las relaciones interpersonales esta falacia pretende crear una posición falsa que posteriormente será muy fácil de rebatir y de esta forma se vencerá al adversario. Sin embargo, realmente esta no es una forma de solucionar los conflictos ni de llegar a soluciones asertivas ya que lo que se está haciendo es rebatir un argumento del todo ficticio, una generalización inadecuada o si se quiere, una mal interpretación. Obviamente, casi siempre este “hombre de paja” es una versión mucho más sencilla, débil y fácil de derrotar que la postura real de la otra persona.
Por ejemplo, una persona considera que el “aborto es un crimen contra una vida”. Mientras otra persona intenta rebatir su idea afirmando que “si se apoyan todas las ideas de la Iglesia Católica también se debería prohibir el uso del preservativo”. Realmente el primer interlocutor se refirió solo al aborto y quizás ni siquiera es religioso pero mover la discusión hacia el plano de la intransigencia católica le permitirá al segundo interlocutor ganar la discusión a no ser que… estemos atentos a los argumentos que brinda la otra persona y seamos capaces de hacerles notar que está realizando una generalización incorrecta de nuestras palabras. De hecho, hacerles notar su error de forma asertiva es la forma más eficaz para derrotar esta táctica.
En lo que respecta a quienes usan la falacia del hombre de paja para intentar ganar las discusiones, deben saber que lo importante en un debate no es quien ganó o perdió sino que ambas personas salgan con nuevas ideas. Además, generalmente cuando se aplica esta estrategia en las discusiones solo se logra perder el hilo de la conversación inicial divagando hacia otros temas colaterales.
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